Del silencio

Eso que quiero, dejar los silencios atrás, sin callar, esos silencios que me parecen tan absurdos cuando no estoy contigo, como ahora, los silencios que guardan todas las ganas de coger tu mano viendote a los ojos susurrandote una caricia con el pulgar, cansando al tacto de tocarte. Esos silencios que me parecen tan tímidos cuando estoy contigo, como ayer, que de pensar que decirte se me fue la hora como a ti se te fue cuando nos despedimos, dejando en el espacio vacio las palabras que nunca salieron a robar aire de tu boca, imaginando que tu boca me robaba el aire en silencio. Aquellos silencios que bulliciosos atormentan las ganas de decirte cada cosa simple llena de todo lo que no sabes y de lo que yo no sé aún, confundiéndote en mi cabeza, confundiendo esos impulsos que me alborotan el cuerpo con lo que todos llaman amor, con todo lo que llaman locura. Verte es quedarme en silencio amoroso, absurdo, timido, lleno de todo lo complejo de mi pensamiento estúpido, ingénuo e iluso, vacilante de lo facil que es hablar y decir mucho más que un libro de acertijos, en solo dos líneas.